martes, 29 de enero de 2013

Ayashi no Ceres - Reseña


Ayashi no Ceres presenta en un primer momento a unos personajes que hacen lo que cualquier adolescente de hoy en día. Sin embargo, la serie cambia pronto de registro y los protagonistas sufren un giro de 180 grados en sus vidas que dará la serie más dura y oscura de Yuu Watase hasta que se embarcó en Sakura Gari.

El desarrollo de la historia es muy extenso y trata temas polémicos, como tanto le gusta introducir en sus historias a la autora. En este caso nos encontramos la clonación, la selección de individuos o la experimentación genética. Sin embargo, el hilo conductor de la serie es la lucha de Aya por recuperar su vida feliz junto a sus padres y Aki. Eso supone ponerse en contra de los Mikage y sus siniestros planes. A la par también tendrá que pasar por muchos problemas al conocer el amor. Todos estos elementos forman el núcleo de la trama, a la que se suman las historias del resto de personajes dando una serie muy completa en todos los niveles, con multitud de momentos impactantes que mantienen el corazón en un puño.

Los personajes son muy poco estereotipados a excepción de la protagonista: adolescente mimada, egoísta y algo tonta que se encuentra un cambio tan radical en su vida que apenas es capaz de asimilar. Su maduración a lo largo de la serie es muy importante, gracias a todo por lo que acaba pasando y a las personas que conoce. El amor de Aya, Tôya, es un chico con características comunes en cualquier protagonista de manga shôjo: guapo, fuerte, valiente y atento, pero sobre el que pesan mucho unos rasgos concretos: una seriedad y una sequedad de carácter que puede llegar a convertirlo en un personaje antipático para el lector. En ese aspecto, hay que mencionar a su favor que evoluciona paulatinamente, volviéndose más humano a medida que avanza su relación con Aya. Por otro lado, Yûhi, quien formará el triángulo amoroso de la historia, por ser directo, divertido y simpático puede resultar mucho más cercano al lector.

Otros personajes relevantes en la obra son Aki, mellizo de Aya, chico dulce y amable que tampoco se librará de tener un destino duro a lo largo de la historia. También es obligatorio remarcar la existencia de Ceres, el personaje femenino más sensual y maduro de toda la trayectoria de esta autora. Su presencia aumenta la sensación de que la protagonista es una niña, sin embargo, las dos aprenderán mutuamente cosas de la otra, lo que conducirá a Aya a madurar y a Ceres a dulcificar su carácter.

Los secundarios, por su parte, también aportan mucho a la trama general de la historia. a la par que se desarrollan y llegamos a conocerlos bastante a fondo. Las historias de alguno de ellos pueden llegar a eclipsar temporalmente la trama principal, como los casos de Suzumi o ShuroEn general hay que remarcar que ningún personaje se queda plano. Todos tienen un carácter propio y marcado además de sus propias historias, y eso es destacable teniendo en cuenta el gran elenco de personajes que se nos presenta.

A pesar de ser una historia seria y oscura, con muertes desde el primer tomo y en la que la sangre aparecerá a menudo, Yuu Watase no duda en introducir escenas cómicas que ayudan a relajar levemente la tensión del lector. Buena parte de esos momentos los aporta Oda, ama de llaves de la familia de Yûhi. Es un personaje creado únicamente para introducir las contadas escenas de humor.

En cuanto a la calidad del dibujo, todavía falta tiempo para que llegue al culmen de su estilo. Se nota que hay escenas que no están muy trabajadas y su intento de querer dibujar la serie con un estilo más serio al que estaba acostumbrada no le terminó de quedar bien, al menos al principio. Aún así se ve cómo va mejorando y mucho a lo largo de los 14 tomos de la serie y llega a encontrar el nivel adecuado para expresar las escenas que crea. Por otro lado, las ilustraciones a color de las portadas (salvo los primeros tomos) son verdaderas preciosidades.

La edición de Glénat, como es habitual, es bastante buena. La traducción es correcta y sólo falla en dejarse algunas onomatopeyas sin traducir. El papel es de buena calidad y el tipo y tamaño de la fuente es aceptable.

Ayashi no Ceres es un manga oscuro y original, con momentos trágicos y gran cantidad de situaciones que impactarán al lector, incluso con algunas escenas puntuales que serían clasificables como casi gore. No es un shôjo común y corriente, requiere una cierta madurez para disfrutarlo, a diferencia del resto de obras de la autora. Aún así, detrás de esa oscuridad, Yuu Watase pretende transmitir un mensaje que refleja la confianza en los seres queridos para superar las dificultades, y busca enseñar la importancia de seguir adelante por muy mal que vayan las cosas para encontrar la felicidad que cada uno merece.

Injustamente eclipsada por su predecesora, Fushigi Yûgi, tiene sin embargo originalidad e historia superiores a ésta. Puede que el elemento que falla en Ayashi no Ceres es que los personajes no llegaron a tener el carisma necesario para impactar y hacer que se desarrolle el cariño por ellos como por los de aquella.

Una serie altamente recomendable para quienes busquen una historia que cuente “algo más”. Sin embargo, quien prefiera una lectura más amena, que solo sirva para entretener, puede encontrarla excesivamente dura.

VALORACIÓN

Historia: 9
Originalidad: 9
Dibujo: 7
Edición: 7

1 comentario:

  1. Esta serie me encantó! Es una de mis preferidas! ^^ De hecho, diría que es mi preferida de Yuu Watase :)
    Saludos!!

    ResponderEliminar