Fushigi Yûgi. Genbu, el origen de la leyenda es la precuela de la obra más aclamada de Yuu Watase, Fushigi Yûgi, y como es inevitable, las comparaciones son obligatorias dejando en este caso a la precuela a un nivel muy superior del de la obra principal, lo que resulta inevitable teniendo en cuenta el tiempo transcurrido entre ambas. Habiendo dicho eso hay que mencionar que no es necesario haberse leído la obra original para poder leer esta serie, e incluso se puede llegar a disfrutar aún más.
El comienzo de la historia inevitablemente recuerda al de su predecesora, con una chica transportada a un mundo diferente. La principal diferencia entre ambas es la personalidad de sus protagonistas. Takiko es una chica madura que debe cuidar a una madre enferma sin el apoyo de su padre que se encuentra desaparecido y por el que ha ido desarrollando un amargo sentimiento. Tras la muerte de ésta se ve transportada a un mundo en el que parece ser necesitada como ‘Sacerdotisa de Genbu’ es algo que nunca había sucedido y decide hacer todo lo que puede por ayudar a unas personas que amablemente la han acogido. Así da la espalda a su propio mundo donde ya no está su querida madre, hay un padre que no parece quererla lo más mínimo y donde también deja un amor no correspondido. Es difícil no sentir aprecio por un personaje así.
A medida que avanza la historia se va conociendo al resto de personajes que dan cuerpo a la historia, cada cual marcado con su propia personalidad que lo hace único. Por otro lado, el que Yuu Watase lleve bastantes años elaborando historias se ve reflejado en una trama sólida con un desarrollo de los acontecimientos muy elaborado y momentos de clímax muy impactantes, mezclando a la perfección acción, aventura y amor. Todo en su justa medida, equilibrado. Otras de las características principales de sus historias es el humor. A diferencia de la mayor parte de sus obras, y aunque no desaparece del todo, tiene mucha menor presencia, buscando que ésta tenga una mayor seriedad acorde a la complejidad superior de su historia.
En cuanto a personajes, es inevitable comparar también a los dos protagonistas masculinos de la serie. Si Tamahome era alegre y despreocupado la mayor parte del tiempo, Rimundo es un chico bastante más serio con un triste pasado y un objetivo muy marcado. A todos los niveles es un personaje mucho más complejo y maduro.
Como también pasaba en Fushigi Yûgi, los secundarios constituyen un pilar argumental muy importante, no solo por sus personalidades únicas, sino por el desarrollo de sus propias historias. Sin embargo, el carisma tan fuerte de los protagonistas no se ve eclipsado en esta historia por el de los secundarios.
En los tomos publicados hasta la fecha, únicamente se puede encontrar una historia extra: Ayashi no Ceres – Anexo. Se trata del relato de cómo se conocieron Ceres y Mikage muchos años antes de la historia de Ayashi no Ceres. Una historia de imprescindible lectura para todos a los que les gustó la serie. No se cuenta en ella nada que no se supiese ya pero los seguidoras de la misma agradecerán ver el bonito comienzo de su relación antes de que todo se torciese.
El dibujo de la precuela dista mucho del que se encontraba en la serie original aunque haya elementos que no hayan cambiado a lo largo de los años y que formar parte del estilo de dibujo de Yuu Watase como los rostros, los ojos o la composición de páginas… El nivel que ha alcanzado es de una gran belleza, detallado y preciosista, y otro más de los tantos puntos fuertes de esta obra. No obstante, los parones que ha sufrido la serie han hecho que su estilo en la serie se vea afectado por rasgos más propios del shonen Arata Kangatari como consecuencia de compaginar ambas series, lo que se puede apreciar principalmente en algunas ilustraciones a color que han perdido el nivel de detalle y la dulzura previos a comenzar el shonen, si bien en las páginas del manga dichos cambios no resultan apreciables.
La edición original de Glénat - EDT es prácticamente perfecta. Tiene una traducción impecable, con un uso de multitud de frases hechas y refranes que sustituyen perfectamente las expresiones originales. La edición también es magnífica, destacando en el tratamiento de los textos sobre tramas. Y en cuanto a las portadas, son totalmente fieles a las originales si bien no han tenido especial cuido con el degradado de tonos que se realiza en ellas, lo que supone que la edición española tenga saltos de color mucho más bruscos.
La historia de Genbu es absolutamente imprescindible para todo aficionado a esta autora en concreto y a las buenas historias en general. Trama, personajes, desarrollo, dibujo… no flaquea en ningún punto y si hubiese que ponerle alguna pega es la periodicidad que ha seguido, cuyo ritmo de salida de tomos ha sido bastante irregular.
VALORACIÓN
Historia: 9
Originalidad: 6
Dibujo: 9
Edición: 8.5
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