En un mundo alternativo plagado de magia se va a realizar
una ceremonia en la que se sustituirá a la princesa Kikuri después de 60 años.
Lejos del templo, en una pequeña aldea, un joven llamado
Arata huye de su abuela y de una tarea que le quiere asignar con tan mala
suerte que acaba en el baño de mujeres donde se encuentra su mejor amiga,
Kotoha. Al salir le cuenta que huye de su abuela porque
últimamente parece empeñada en que su nieto se vista de mujer, y él, como
hombre, se niega rotundamente.
En el desayuno, la abuela le explica a ambos que cada 30
años, la princesa debe ser reemplazada por una joven de la familia 'Hime', la
familia de Arata. Como no hay ninguna 'joven' en su familia, a la abuela se le
ocurre que su nieto haga el papel. Por supuesto, él se niega. Es imposible
hacerse pasar por mujer por mucho que se vista como tal. Pero en mitad de la
pelea, a la abuela le da un ataque y recordando cómo le había cuidado de
pequeño y el cariño que siempre ha sentido por ella, decide intentarlo.
Cuando llega el día de la ceremonia llevan a un Arata
perfectamente disfrazado al templo. Kotoha le regala su amuleto, recibido de
manos de la princesa Kokuri cuando la estuvo sirviendo un año atrás. Todo
depende de él así que va al encuentro de la princesa, una joven muy menuda y
preciosa que no aparenta los años que debe tener y se muestra muy amable
diciéndole que le deje todo a ella.
Pero para sorpresa de los dos, nada más empezar la
ceremonia, uno de los 12 guardianes de la princesa los ataca hiriendo a Kikuri
y acto seguido intentándolo con Arata que consigue esquivarlo pero dejando
expuesto que se trata de un hombre. Kannagi, el hombre que le ataca, le dice
que no le queda más opción que matarle pues tiene que llevar a cabo una
'Revolución'. Arata consigue escapar y Kannagi se aprovecha de su
descubrimiento para incriminarle por la muerte de la princesa Kikuri.
La huída de Arata le lleva al bosque Kando, donde sus
perseguidores no se atreven a ir detrás ya que tiene fama por no devolver a
nadie que entra en sus dominios.
En nuestro mundo, un joven llamado también Arata está a
punto de empezar su primer día de clases en el instituto. En el tren ve como un
hombre acosa a una mujer pero ésta, al coger un brazo, se equivoca y sujeta el
de un joven que lleva su mismo uniforme. Arata y otra mujer salen en defensa
del muchacho y acusan al hombre adecuado. Ya fuera del tren, el hombre sale
huyendo pero Arata, en una impresionante carrera y tras un gran salto le
detiene, dejando al otro chico, Suguru, asombrado. A partir de ese día, Arata
se hace popular en el instituto y hace varias amistades, incluido Suguru.
Todo cambia cuando unos pocos días después se presenta un
nuevo alumno: Masato Kadowaki. Éste y otros tantos le hicieron la vida
imposible en la escuela media y, ahora que vuelven a coincidir, Arata empieza a
recordar todo el sufrimiento al que se vio sometido. De hecho, las malas
pasadas empiezan otra vez y van a más poco a poco. Pero sin duda, el mayor
shock será descubrir a Suguru siguiendo las órdenes de Kadowaki.
Deprimido, empieza a deambular por la ciudad hasta que
llega a un callejón donde escucha una voz que dice su nombre. La sigue hasta
que llega a un oscuro hueco tras el que descubre un escenario fantástico que
nada tiene que ver con su ciudad.
Ambos “Aratas” han intercambiado sus lugares dando así
comienzo un gran aventura que relacionará los dos mundos.
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