Entrevista realizada en el estudio de Yuu Watase, el 2 de febrero de 1995
Entrevistador (E): Hoy tenemos con nosotros a Yuu Watase, autora de la famosa serie de fantasía Fushigi Yûgi. Ella nos contestará unas preguntas que espero desvelen algunos de los misterios de la serie.
Entrevistador (E): Hoy tenemos con nosotros a Yuu Watase, autora de la famosa serie de fantasía Fushigi Yûgi. Ella nos contestará unas preguntas que espero desvelen algunos de los misterios de la serie.
Yuu Watase (Y): ¿Famosa? ¡Muchas gracias! (Risas)
(E): Ahora mismo se está emitiendo la adaptación animada de
Fushigi Yûgi. ¿Qué sentiste cuando te enteraste de que iban a realizarla?
(Y): Me emocioné mucho. Llamé a mis padres a las cuatro de
la madrugada para despertarles y darles la buena noticia (risas). Parezco
tonta, estaba tan emocionada que era incapaz de dormir. Para mí, que me he
pasado la vida viendo series de animación, era un sueño hecho realidad.
(E): ¿Cuándo se te ocurrió la idea de Fushigi Yûgi?
(Y): La idea la tenía desde mucho antes de debutar como
autora profesional. Pensé que me gustaría utilizar la leyenda china de las
cuatro criaturas sagradas protectoras de los puntos cardinales: Suzaku, Seiryû,
Genbu y Byakko, y así fue como se me ocurrió la trama de las siete estrellas de
Suzaku.
(E): Entonces, ¿ya sabías cómo iban a ser los personajes?
(Y): Sí, pero la idea que tenía de ellos entonces era
ligeramente diferente a como acabaron siendo al empezar la publicación de la
serie. Tamahome y Hotohori no cambiaron demasiado, pero a los otros cinco les
di unos rasgos y una personalidad más marcada antes de empezar a dibujarles.
Antes de que empezase a publicar de forma profesional, todos mis personajes eran
guapísimos (risas).
(E): Te costó mucho matizar a los personajes antes de
empezar a publicar?
(Y): Las siete estrellas de Suzaku me costaron bastante
porque claro, son siete... Como guapos ya tenía a Tamahome y a Hotohori, no
hacía falta que los demás fuesen bombones, así que pensé en hacerlos más
“individuales”. Aunque no quería dibujar a ningún personaje gordo. Como las
estrellas de Seiryû eran los enemigos, fue más fácil darles su toque particular
a cada uno. Un tío bueno frío, una bestia, una mujer, etc (risas). El único que
me costó un poco más de trabajo fue Tomo.
(E): Ah, ¿el que lleva el maquillaje del teatro tradicional
de Pekín?
(Y): Mi primera idea fue que tenía que ser un tipo muy raro,
pero no se me ocurría nada original. Hiciera lo que hiciera no me salía nada
que me gustase y era el único personaje que me daba problemas. Un día vi el
rótulo de un restaurante chino que tenía por emblema una máscara de ese teatro
y entonces grité: “¡Ya lo tengo!” en pleno centro del barrio de Yûrakuchô
(risas). Pensé que era perfecto, oriental e impactante a la vez, así fue como
decidí su maquillaje.
(E): Se les suele tener un cariño especial a los personajes
que uno mismo crea, pero tú matas a varios de ellos a lo largo de la historia.
¿No te resulta duro hacer algo así?
(Y): Pues la verdad es que sí. Fue muy duro sobre todo en el
caso de la muerte de Nuriko. Por eso le di una muerte digna, defendiendo a
Miaka como un hombre. Fue mi pequeño consuelo como autora. Para ser sincera, al
principio no tenía intención de matarle.
(E): La reacción de los lectores fue sorprendente, ¿verdad?
(Y): Fue algo increíble. Poco después de “matarlo”, todas
las cartas de fans que me llegaban me hablaban de él (risas). La gran mayoría
me pedían que lo resucitara. Pero a mí me parece que cuando te enfrentas a
alguien en una guerra, lo normal es que haya muertes. No quería hacerlo, pero
no habría sido lógico que en una historia de este tipo no hubiera muerto ningún
personaje importante. En la vida real también perdemos a nuestras personas
queridas, es duro, pero hay que aceptarlo. Además, quería hacer que Miaka
madurase a raíz de esta experiencia.
(E): Se puede decir que, en cierta manera, Fushigi Yûgi es
una obra realista, ¿verdad?
(Y): La historia está ambientada en la antigua China, en un
universo que existe en el interior de un libro, pero las personas que viven en
ese mundo son iguales que los personajes que pueden aparecer en una historia
ambientada por completo en la realidad. Se enamoran, sienten celos, se pelean
con sus amigos... Por eso, aunque Fushigi Yûgi es una obra de fantasía, no se
sustenta en los típicos pilares de “espada y brujería”. No quería hacer una
historia así.
(E): Ahora que lo mencionas, las técnicas y los ataques que
emplean no tienen nombre.
(Y): ¡La de Tasuki sí! Pero es verdad, me gustan esas cosas,
pero esa no era la idea (risas). Todos tienen una técnica de ataque propia
aunque no les haya dado nombre. La verdad es que me dio pereza tener que pensar
en los nombres, me pareció demasiado complicado (carcajada). De todas formas,
las técnicas que emplean no son algo que hayan aprendido, sino poderes que
tienen de nacimiento. No encajaría muy bien en la historia que demostrasen
demasiado interés por determinarlos. Además, lo que más me interesaba contar
eran las relaciones entre los personajes.
(E): ¿Como el triángulo amoroso que se establece entre
Miaka, Yui y Tamahome?
(Y): Exactamente.
(E): En la vida real también hay relaciones de amistad que
quedan destruidas cuando alguna de las partes se enamora de otro u otra.
(Y): Así es. Pero el caso de Miaka y Yui la cosa es un poco
más complicada. Yui siente celos en parte porque le gusta Tamahome, pero por
otro lado está celosa del mismo Tamahome porque siente que le ha arrebatado a
su amiga Miaka.
(E): Así que se podría decir que en el triángulo amoroso es
Miaka y no Tamahome quien está en medio.
(Y): Eso es. No lo conté en el manga, pero cuando Yui se
cortó el pelo que antes llevaba largo, adoptó unos rasgos “masculinos” con
respecto a Miaka. Miaka es ese tipo de chica inocentona, como una niña pequeña
que sólo quiere comer pasteles y jugar (risas). En cambio, Yui es mucho más
madura y se encarga de protegerla hasta que aparece el guapo de Tamahome.
(E): ¿Y Tamahome le quita a Miaka?
(Y): A Yui también le gusta Tamahome, pero cuando Miaka se
encapricha con él, es como si Tamahome adoptase el papel que Yui había
desempeñado hasta entonces en la vida de Miaka... Miaka no puede evitar
obsesionarse con Tamahome y Yui siente que la han dejado atrás. Hay bastantes
lectores avispados que lo han sabido leer entre líneas. A medida que avanzaba
la historia y la relación de Miaka y Yui iba empeorando, me llegaban más cartas
que comentaban que Yui se comportaba así porque quería mucho a Miaka. Me
alegraba mucho recibir esos comentarios porque ese era el punto que más me
interesaba de toda la historia.
(E): Por último me gustaría preguntarte acerca de la segunda
parte de Fushigi Yûgi*.
[*N de los T: este libro se editó en Japón justo después del
final de la primera parte de la historia (tomos 1-13)]
(Y): La verdad es que todavía no he decidido el argumento, pero
ya que la primera parte consistió en el proceso de madurez de Miaka puede que
en la segunda parte me centre más en el amor, aunque aún no estoy segura
(risas). Lo haré lo mejor que pueda. No dejéis de animarme, por favor.
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27 PREGUNTAS A YUU WATASE
P.1. ¿Es Yuu Watase tu verdadero nombre?
No, es un seudónimo. Me gusta mucho el nombre “Yuu”.
Ahora que lo pienso, tiene algo de grandioso (risas)*. Elegí el apellido
“Watase” porque el personaje de un manga que leía en esa época se llamaba así.
(Era un chico)
[*N de los T: los caracteres que forman la palabra Yuu
tienen el sentido de “universo lejano”.]
P.2. ¿Cómo es el trabajo de un autor de manga?
Un regalo del cielo. Si no piensas así, no puedes
trabajar en esto (risas).
P.3. ¿Cómo eras a los cuatro años?
Era una cría muy rara (risas). No me gustaba jugar con
los demás niños, era muy poco infantil. Me inventaba mis historias y me metía
en mi mundo particular.
P.4. ¿Y a los doce?
Me pasaba el día dibujando. Por eso no tenía amigos, era
una niña solitaria.
P.5. ¿Y a los quince?
¡Uy! Era un mal bicho (risas). Hacía lo que me apetecía e
iba siempre sola, me saltaba la gimnasia y pasaba olímpicamente de la clase de
tareas del hogar. Pero medio año después hice nuevos amigos y me volví más
normalita.
P.6. Si pudieras volver al instituto, ¿qué es lo que más te
gustaría hacer?
Salir con chicos (risas). Mi instituto era sólo para
chicas, así que si repitiese, esta vez me iría a uno mixto. Me gustaría vivir
una juventud como la de los manga (risas).
P.7. ¿Cómo te imaginas a los 40 años?
...Igual que ahora. Imagino que tendré todavía menos
memoria que ahora, pero a parte de eso no creo que cambie mucho más (risas).
P.8. ¿Qué te gustaría hacer a los 75 años?
Me veo viviendo en una casita en el campo tranquilita,
dejando pasar los días con calma y muy orgullosa de mi pasado (risas). Me
parece que la gente es más feliz cuando es vieja que cuando es joven. Al menos
así es como me gustaría a mí vivir la vejez.
P.9. ¿Cómo te gustaría morir?
De noche y después de comer algo rico. Me iría a dormir
muy satisfecha y me despertaría en el otro mundo. Aunque ahora no me gustaría
nada morirme (risas).
P.10. ¿Qué te gustaría ser en tu próxima reencarnación?
¡Un hombre! Un chico muy guapo para ligar con las chicas
vestido con el uniforme de estudiante (risas). Y luego sería autor de manga
para chicos.
P.11. ¿Cuál es tu flor favorita?
Las gisófilas. No son muy llamativas, pero un ramo de
flores no puede estar completo sin ellas. Acompañan a las demás flores sin que
se las reconozca el mérito propio. Y eso me gusta.
P.12. ¿Has mirado alguna vez una película porno?
Claro que sí, ¡y más de una! Me dio un poco de asco, creo
que sobre el papel queda todo mucho más bonito. Pero realmente no me parecieron
gran cosa y detesto a la gente que se obsesiona con ellas.
P.13. ¿Cuál es tu tipo de hombre?
Si lo tengo que buscar entre mis personajes, me quedo con
Chichiri o con Tasuki. Mi ideal es un hombre que no se preocupe demasiado y a
lado del cual pueda disfrutar de las cosas. No me preocupa demasiado su
aspecto. Nakago también me gusta mucho, pero es para verlo de lejos (risas).
P.14. ¿Tienes sueños repetitivos?
Hace tiempo, había una persona que aparecía en casi todos
mis sueños, pero ahora me duermo tan cansada que ni siquiera sé lo que sueño.
P.15. ¿Cuándo te enamoraste por primera vez? ¿Qué fue lo que
pasó?
Creo que fue cuando tenía 13 años. Me gustaba mucho el
delegado de mi clase. Como nunca se fijó en mí, la cosa se terminó cuando
cambié de clase al año siguiente. Recuerdo que me llevé un buen disgusto cuando
mis amigas me dijeron que tenía novia. Me gustaba de verdad (risas). Aunque yo
era mucho más alta que él.
P.16. ¿Qué es lo más triste que te ha pasado hasta ahora?
Cuando tenía 14 años murió mi abuela. Era quien más me
animaba a trabajar para alcanzar mi sueño de convertirme en autora de manga. Me
gustaría que pudiese verme ahora.
P.17. Recomiéndanos alguna película.
Campo de sueños, Terminator 1 y 2 y Speed (es muy
entretenida).
P.18. Y algún libro.
Replay (Volver a empezar), de Ken Grimwood y Las crónicas
de Narnia, de C.S. Lewis. También los libros de Yôko Mure.
P.19. ¿Cuánto mides? ¿Te gustaría ser más alta o más baja de
lo que eres?
Mido 1,699 m (risas). Preferiría ser más bajita. De
jovencita, los chicos me llamaban jirafa y me dolía mucho, pero ahora lo haría
por razones prácticas: es muy difícil encontrar ropa de mi talla en Japón.
¡¡Casi no hay!! ¡¡Y la ropa grande es para mujeres mayores!! Que alguien haga
algo... (risas).
P.20. Si tú fueras Miaka, ¿qué es lo que habrías hecho
diferente?
Para empezar, me habría quedado con Hotohori (risas).
Luego me habría enfadado con Yui y le hubiera dicho cuatro cosas en lugar de
quedarme callada, pero como sería mi amiga, al final habría actuado con ella
igual que Miaka.
P.21. ¿Fumas o bebes?
No fumo. No me molesta que haya una persona que lo haga
cerca de mí, pero si son muchos me pongo mala. Y sí que bebo, pero tengo muy
poco aguante. Enseguida me entra la risa tonta: je, je, je, je, je, je, je,
je... (y así hasta el infinito).
P.22. ¿Cómo combates el estrés?
Me voy a las salas de recreativos o juego a videojuegos
en mi casa. Aunque aún me estreso más si pierdo. Cuando eso ocurre, me voy de
compras. Me compro un montón de CDs y de libros y me quedo a gusto.
P.23. ¿Hay algo que te gustaría tener ahora?
¡¡A Doraemon!! ¡¡Le pediría que se sacase del bolsillo
una máquina que escribiese y dibujase historias automáticamente!!
P.24. ¿Qué champú y acondicionador usas?
Los anticaspa de la marca Rejoy. Me vienen muy bien.
P.25. ¿Duermes en una cama o en un futón japonés?
En una cama. Me dejo caer encima en cuanto acabo el
trabajo y me duermo con la ropa puesta. Mis padres me regañan mucho por eso
(risas). Otras veces tiro la ropa por ahí y me meto en ropa interior. Cuando
tengo más tiempo, me pongo el pijama.
P.26. ¿Hay algo de lo que estés orgullosa?
El tamaño de mis orejas. Todavía no he conocido a nadie
que las tenga más grandes que yo. También que puedo cambiar con facilidad de
tono de voz.
P.27. Si tu perra Yû pudiera hablar, ¿qué crees que te
diría?
“¡Aúpa! ¡Aúpa! ¡Aúpa! ¡Aúpa! ¡Aúpa!”. Seguro, es una
perrita mimada.
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Agradecimiento especial a PaGe por haberme proporcionado la
transcripción y así ahorrarme numerosas horas de escritura. Gracias!
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